#ElPerúQueQueremos

Klaatu Barada Nikto

Un borracho necesita una clave de apagado. Es imparable.

Publicado: 2014-10-17


“¡Deja de chupar carajo!” , tronó.


Volteé a mirar, era ella

Preocupada

Y yo

Esforzándome míticamente

Para incorporarme

Ante la mirada atenta

De siniestras formas y

Muecas divertidas.


“Apenas amaneció, ¡Quédate a cagarla!”


Chilló un perfecto desconocido

Que desfalleció su cabeza

Golpeando sonoramente el tablón

Rebotando unas cuantas veces

Para finalizar con un quejido

De borracho.


Escupí al piso

Trastabille la silla

Articulé escandalosamente

Mis palabras:

“¡Estoy bien!, ¿ves?”


Pestañee, mi cuerpo quería huir,

Me desplome súbitamente

Aspire colillas mojadas

Mis labios besaban

Fracasos que se evaporaban

Entre Risas infames

La música retumbaba

Las botellas sucumbían

ante manotazos ciegos

DE SÓRDIDA LOCURA.


Balbucee una maldición

En el suelo, pecho tierra

era un guerrillero nadando entre mierda:

“Cunchesssumae”


Atenacé mi mente, duele.

El mundo fue una gran espiral

De colorcitos magníficos

¡Prismas centelleantes! vueltas.


En ese lugar inmundo

Mi bar favorito .


Ella, tosca como una madre

Alcanzó a cogerme

Por mis sobacos ,

Era muy pesado

Me arrastró abriendo

Un espectáculo maravilloso .

Todos me querían ,

Saludé como una reina de corso .


Me iba, me llevaba, el sol

Apagó mi conciencia.

Abrí los ojos, vi el techo .


No sé cómo me trajo .


Aproximó una silla

Ella se sentó para contemplarme

Cruzo las piernas, descubrió sus muslos

De cholona fuerte e indoblegable

Pitó serenamente su cigarrillo

AL FIN DIJO:

“te quiero, huevón”

Mientras se ruborizaba

Y dejaba escapar

Risitas como hilillos .


ATABAN TODO.


Traviesa . Traviesa.


Era la primera vez que dormí

Sonriendo

Muy fresco, en el piso.


Escrito por

Erick Salcedo

De izquierda, estudiante y escritor.


Publicado en

El Rufián amotinador.

Poesía, realismo sucio y otras charlatanerías sinceras.